Ingers cruzó la frontera en un bote con sus nietas
Ingers Borrero Scott es parte del movimiento migratorio de Venezuela que ha llegado a Ecuador en los últimos años. Después de haber vivido en Colombia, de pasar meses sin trabajo, y compartiendo vivienda con amigas, decide venir a Ecuador hace 7 meses.
Cruzó el río en un bote con sus dos nietas, que están bajo su cuidado, y ahora vive en Monte Sinaí, en una zona llamada la ladrillera. Vive con su hijo y sus nietas, de 8 y 6 años, en un cuarto alquilado y comparten la cocina, el baño y un espacio para jugar con otra familia.
Ingers hace lo posible para que sus nietas vayan a la escuela, para eso trabaja vendiendo caramelos, pues no le gusta dejar a sus niñas solas por mucho tiempo.
Se levanta a las 5 am, lleva a sus niñas a desayunar y las lleva a la escuela, y a las 4 pm las retira de la escuela.
Tiene una discapacidad en una pierna, por lo que no puede subirse a los buses. Por cada funda de caramelos que vende se gana 3 dólares; trabaja 3 o 4 horas al día y ese es el único ingreso que tiene su familia. Ha tenido que trabajar menos horas para atender a una de sus nietas que fue atropellada por un bus; por sus lesiones en su brazo y su pierna, se queda sola en casa y debe recibir terapias físicas.
Ella es el sustento de su casa, paga alquiler, internet, a comida y pasajes de los buses; no cuenta con servicios básicos, consigue agua de tubería.
En Venezuela vivía con su hijo, su nuera y sus nietas. Vivía en su propia casa y trabajaba en un restaurante. Al poco tiempo Ingers decide ir Colombia. Por conflictos familiares su hijo pierde la custodia de sus hijas y a Ingers le toca estar al cuidado de sus nietas.
Se quedó en Colombia un tiempo, pero al no tener trabajo, decide venir a Ecuador en diciembre del 2021. Así llegó a Guayaquil.
Con la primera ayuda económica que recibió del proyecto RESPIRAR, pudo solventar los gastos mientras su nieta estuvo en el hospital por 17 días, tiempo en el que no pudo trabajar; pudo comprar pañales, medicina y alimentos.
Con la segunda ayuda económica pudo pagar alquiler, la comida, y una dieta especial para su nieta que tiene anemia. Ahora ya empezó a trabajar vendiendo caramelos.
RESPIRAR (Respuesta integral de emergencia de la población migrante de Monte Sinaí), es una iniciativa que DYA implementa en alianza con el Comité Internacional de Rescate – IRC y el apoyo financiero de la Unión Europea Ayuda Humanitaria – ECHO.
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